CONSECUENCIAS DE CUARENTENA: IMITACIÓN O INSPIRACIÓN
Es usual o “esperado” que ahora con el tiempo libre extra que tenemos en casa por cuarentena, interactuemos más con redes sociales como Facebook, Instagram, donde podemos ver con mayor facilidad el día a día de personas que nos gusta, admiramos y hasta llegamos a imitar. La sociedad los cataloga como personas perfectamente bellas o muy atractivas o sexies, y lo típico es empezar a cambiar nuestros gestos, cuidados, comportamientos con tal de parecernos más a esa persona, justamente para adquirir mayor aceptación social, lo que toda persona busca o se interesa.
Pero existe un punto de diferencia entre imitar o tomarlas como musas inspiradoras para mejorar distintas áreas de vida. Empecemos a ver más a fondo la primera acción:
Imitar implica copiar a esa persona, dejando atrás nuestra identidad, preferencia, valía persona y autoestima. Nos enseñan modelos que se acercan supuestamente a la perfección y a la excelsitud incrustados en una sociedad de consumo, lo que nos lleva a frases típicas como quiero tener el cuerpo de “X” o vestir y actuar como “Y”. Nos estamos acostumbrando a buscar prototipos a quien parecernos y buscar metas “ajenas” como lo menciona Walter Riso. Esta acción de imitar nos trae consigo dos consecuencias negativas: la primera es que jamás llegaremos a ese estándar de “perfección” como lo tiene la persona que imitamos, y son claras las razones del porqué, la segunda consecuencia negativa es el descuido de tu propia identidad; si inviertes más tiempo para parecerte a otra persona te quedará menos tiempo para descubrir y construir quien realmente eres.
Ahora, si tomamos a esas personas que admiramos como nuestra musa inspiradora las tomamos como puntos de motivación e inspiración, así lo que queremos conseguir de esa persona lo adaptamos a nuestros gustos y preferencias de acuerdo a nuestra realidad y posibilidad, fortificando tu identidad valía y autoestima. Recréate a ti mismo como una obra única y brillante.
Recuerda que las personas más reconocidas no son el resultado de imitación de otras, pero sí, tuvieron musas inspiradoras que las motivaron para ser mejores.
Haz un autoanálisis y se sinceró ¿Las imitas o las usas de inspiración?
Danae Ingaruca Carrasco
“Maravillosamente imperfecto, escandalosamente feliz” – (Walter Riso)