Hace tiempo era y es necesario una reestructuración de nuestro precario sistema de salud, así como el cambio de estrategia del ministerio de salud que estaba en camino de permitir el ingreso de grupos económicos que administren los hospitales y centros de salud, haciéndose cargo de la capa simple de las enfermedades, tercerización de servicios y las llamadas Asociaciones Público privadas; creo honestamente que se debería volver a revisar dicha estrategia antes de proceder, y en vez de tercerizar se tendría que fortalecer las instituciones de salud con las que contamos, buscar como potenciarlas, como establecer las redes de atención entre los diferentes sistemas de salud que tenemos, ya basta de maltratos al sector salud, basta de puestos de confianza, si a la meritocracia y a la presencia de profesionales técnicos de alto nivel, éticos y empáticos.

En especial hay que ponerle más énfasis en la prevención y promoción de la salud, sin descuidar las necesidades actuales que contamos en los Hospitales grandes, ya que hemos crecido en población total mientras contamos con la misma cantidad de infraestructura sanitaria de hace más de 20 años.

La siguiente pregunta sería: ¿Y qué pasaría con el resto de la población luego de levantada el aislamiento social? Pienso que pueden regresar a realizar sus actividades habituales, siempre tomando las recomendaciones de evitar aglomeraciones, tomando las distancias respectivas y usando su mascarilla protectora, se infectarían más personas, pero muchas de ellas serían asintomáticas o de casos leves y se produciría una inmunidad de grupo o rebaño.

La inmunidad de grupo, colectiva o de rebaño (herd immunity) es la protección de una determinada población ante una infección debido a la presencia de un elevado porcentaje de individuos inmunes en la misma. Se puede adquirir de forma natural, cuando se produce un brote, al avanzar la epidemia y aumentar el número de individuos inmunes, disminuye la probabilidad de contacto entre un susceptible y un infectado, hasta que llega un momento en el que se bloquea la transmisión del agente infeccioso.

La inmunidad colectiva o de rebaño ira incrementándose a mayor tiempo de exposición, para ello la mayor parte de la población tendría que regresar a realizar sus actividades progresivamente, la economía de las familias y del país se estaría reactivando, pero eso si protegiendo a nuestra población vulnerable, siendo solidarios y asumiendo riesgos, ya que dentro de la población joven podrían existir personas con su sistema inmunitario deficiente y que no estén enterados; aun así, se asumiría un riesgo.

Por otro lado, también tenemos que valorar los riesgos acerca de: ¿Qué pasaría si se mantiene el aislamiento más tiempo en nuestra región? ya estamos encontrando personas que vienen realizando saqueos y robos a algunas viviendas y pequeños negocios, esto podría empeorar si se mantiene esta disposición y sobre todo no se cubre sus necesidades básicas.

Son decisiones difíciles de tomar para las autoridades sanitarias de la región, son decisiones que para cualquier persona que tenga que tomarlas vera si resulta o no; sin embargo, al parecer hay más casos de pacientes infectados en los hospitales y fuerzas policiales, que en la población en general; por ello, hay que verificar esa información con la aplicación de las pruebas diagnósticas a un mayor universo de población y a partir de ello tomar dichas decisiones, probablemente algo diferenciadas de la región de Lima y según nuestra propia realidad.

En conclusión, hay mucho más trabajo y toma de decisiones que realizar en estos momentos, esta situación actual es difícil, incluso para cada uno de nosotros que vive el día a día, por ello convoco a una reflexión hacia tu persona ya que si llegaste hasta aquí es porque te llamo la atención esta propuesta, pero sabes que, todos y cada uno de nosotros debe sacar lo mejor que tiene y ponerlo a disposición de uno mismo, de su familia, de su sociedad, de su comunidad y de su país; no estamos en momentos para realizar marketing político, las fotos y entregas de envíos que realiza el Ministerio de Salud debe seguir su curso tal como corresponde, aquí no hay un salvador si no todos somos uno, somos humanos y debemos practicar la empatía, la solidaridad y el amor por el prójimo, un reto que nos toca asumir a partir de la llegada de este virus, que nos hace ver la vida a partir de ahora de un modo diferente.