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¿Cómo olvidar a quien ya no te ama? – 1ra. Parte

La ruptura de una relación es un evento muy significativo para una persona, es traumática pero pasajera, trae consigo un cúmulo de creencias, sentimientos, emociones y conductas desadaptativas y principalmente dolorosas en la mayoría de las veces para una o las dos personas que se encuentran involucradas, durante el tiempo que vengo ejerciendo la Psiquiatría unos 8 años, es uno de los motivos más frecuentes de consulta que llegan a ser diagnosticados como trastornos adaptativos, depresión, trastorno de personalidad, distimia, conducta suicida  entre otros; no importa si eres rico o pobre, de cualquier raza, condición social, profesional o no; la mayoría en algún momento de su vida lo pasa.

El miedo al abandono

El miedo a que la persona amada nos deje, nos diga adiós, ¿Habrá un miedo más horrible que ese? ¿Miedo a que me deje de querer? ¿Miedo a que te canses de mí?, cuidado esto puede ser característica de una persona dependiente emocional, el cual puede ser natural que piense de esa manera mientras mayor número de veces le ha ocurrido, ósea cuanto más veces te hayan abandonado, más miedo al abandono vas a tener. Sin embargo ocurre que muchas personas cuando terminan una relación pueden atravesar una sensación parecida por un momento, pero ¿Qué duele exactamente? Lo más probable tiene que ver primero con los recuerdos de los buenos momentos y segundo con las actitudes de verificación constante y reiterada de que esa persona ya no está; si bien este dolor puede ser horrible pero es pasajera, no es para siempre.

Así mismo, tampoco es sano si ha ocurrido el abandono convertir ese estado en una obsesión, muchas veces el rechazo puede traer consigo la obsesión, sobre todo cuando uno se hace la pregunta una y otra vez ¿Por qué se fue? ¿Por qué me dejo? ¿Porque falló nuestra relación?

Razones para resolver estas dudas pueden ser muchas, pero lo común o el patrón usual es que él/ella no era la persona adecuada para ti o porque dejó de serlo, al tomar la decisión de irse.

En realidad cada quien tiene sus propias motivaciones, sus razones, sus jerarquías de valores, su visión de la vida, sus cualidades y defectos, sus aciertos y equivocaciones. Si el/ella te dejó puede que el problema esté en esa persona y no en ti, puede ser que su alejamiento no tenga nada que ver contigo, si no con sus incapacidades o hasta con sus traumas y complejos. Por lo tanto si revisaste la situación, hiciste un repaso de las cosas buenas y malas de la relación (Necropsia de la relación) y no encuentras alguna razón de peso para que se haya alejado, no te atormentes ni busques respuestas en ti, si su decisión no te atañe ¿Qué caso tiene culparte inútilmente?  ¿Para qué lo quieres contigo si no vale la pena?

El perseguido y la rogona

Empecemos con una historia de una pareja que después de vivir juntos, se separan; él se queda en el departamento, ella se va, pero cada día regresa por una de sus cosas como pretexto para seguir viéndolo, hasta que ya solo queda un clavo donde estuvo colgado un cuadro con la imagen de Santa Rita. Él hastiado le pregunta “¿y ahora porqué vienes si ya no hay nada tuyo aquí?” A ella no le quedó otra cosa que responder “…. Por el clavo de Santa Rita”. Así de ridícula puedes caer cuando inventas pretextos para buscarlo.

Muchas veces nos resistimos con la idea de que se termine una relación, negando el hecho o engañándonos y justificando su silencio “lo está pensando”, “Ha de tener mucho trabajo”, “ya se va a dar cuenta” “no ha de saber cómo acercarse de nuevo a mi”; los mismos que son mecanismos de defensa como la negación y racionalización que disminuyen en el momento un poco de dolor sin embargo lo único que se consigue es que el proceso doloroso continúe.

Hay que tener en cuenta que cuando se termina una relación la persona va a presentar dolor, tristeza y hasta desesperación, luego esos sentimientos van a conducir hacia un coraje y si esta no es bien canalizada a un rencor y resentimiento; por ello cuando una pareja termina y siguen teniendo comunicación es que empiezan a sacarse los reproches, las frases hirientes, con la necesidad inconsciente de desvalorizarse y tener actitudes inadecuadas, que lo único que traen consigo es dar mayor argumentos para reforzar sus razones de haberte dejado, propiciando que te valore mucho menos y si estás pensando en que regrese en realidad lo ahuyentas más; y si estás pensando en vengarte o desquitarte, te desgastas más, haciéndote más daño, y quedas ante él como una rogona.

¿Cómo se afronta esta etapa y que sucede con nuestro cerebro?

En realidad, cada persona afronta este tipo de situaciones según su sistema de creencias, sus motivaciones, sus razones, sus jerarquías de valores, su visión de la vida, sus cualidades y defectos, sus aciertos y equivocaciones, sus modelos aprendidos (en este caso como sus padres afrontaron una parecida situación), sus deseos, etc; cómo podemos ver son múltiples los factores que entran en juego en ese momento; desde mi punto de vista, esa es la razón principal por el cual, algunas personas entran en un período de bloqueo mental y desajuste emocional, el cual les hace tomar actitudes inadecuadas; puedes ser muy exitoso/a en otras áreas de la vida, inteligente intelectualmente; sin embargo se pone a prueba a la inteligencia emocional durante este período.

Pero qué pasa con el cerebro biológicamente; cuando uno se encuentra enamorado tiene altos niveles de dopamina que activan el centro de recompensa del cerebro (Núcleo accumbens), que nos hace sentir placer; que es parecido al efecto que se produce cuando una persona está expuesta a drogas, existen altos niveles de dopamina; sin embargo cuando se termina una relación sucede en el cerebro una etapa muy parecida a la que clínicamente se conoce como abstinencia, donde los neurotransmisores cerebrales se desequilibran y la persona durante ese tiempo puede presentar una crisis emocional y conductual. Cuando una persona termina una relación de pareja usualmente de forma brusca los niveles de dopamina bajan y el resto entran en desequilibrio, ese sería la explicación biológica del porqué la persona entra en crisis emocional y conductual, sin embargo el aspecto psicológico también tiene que ver y mucho, ya que cuanto más expectativas e idealización tienes en una relación las caídas pueden ser más fuertes.

¿Dónde encontramos el alivio?

En realidad el alivio está en uno misma/o, nadie te va a dar una solución salvo tu misma, podemos empezar tomando conciencia de la situación y realizar un ejercicio que me pareció muy interesante que lo aprendí de una entrevista que le hicieron al Psicólogo Walter Riso que lo denominaba “Necropsia de la Relación”  donde una persona tendría que realizar una autoevaluación tomando nota de los aspectos buenos y malos de la relación en una hoja de papel, de esa manera se hace más gráfica su realidad y a veces tan solo eso servía para disminuir el dolor que causaba el rechazo, ya que la persona a veces se daba cuenta que ganaba más de lo que perdía (Este ejercicio sin embargo es preferible hacerlo tranquila y calmada, de preferencia con el acompañamiento de un terapeuta).

Wilbert Tomás Barzola Huamán
Fundador Excelentemente
Docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Centro del Perú
Docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Continental
Psiquiatra Clínica Ortega – Huancayo
Psiquiatra del Hospital Nacional Ramiro Priale Priale Essalud – Junín

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