A veces, entre el apuro diario, las responsabilidades y las mil cosas pendientes, nos olvidamos de algo simple pero profundo: ser padres es un acto de amor diario. Por eso, el 1 de junio, Día Mundial de los Padres, es una buena excusa para parar un momento y mirarnos. No como madres o padres perfectos. Sino como personas que están dando lo mejor que pueden.
En el Centro Psicológico y Psiquiátrico Excelentemente, vemos todos los días a mujeres y hombres que cargan con más de lo que muestran. Que aman a sus hijos con toda el alma, pero a veces se sienten culpables, agotados, confundidos. Y está bien. Porque nadie nació sabiendo cómo criar.
Cuando cuidar también significa cuidarte
En este mundo tan acelerado, lleno de redes sociales que muestran solo lo bonito, muchas mamás —y también muchos papás— sienten que no están haciendo suficiente. Que no llegan. Que todo lo que hacen se queda corto.
Pero, ¿y si te dijera que lo más importante no está en hacer, sino en estar? Estar disponible, emocionalmente presente. Escuchar sin juzgar. Abrazar cuando hace falta. Ser ese lugar seguro al que tus hijos saben que pueden volver, aunque se equivoquen.
Nadie cría solo (o no debería)
Una familia no se construye sola. La crianza es más llevadera cuando se comparte. Cuando hay alguien al lado que acompaña, que pregunta cómo estás, que también se involucra, que no espera que lo hagas todo tú.
En terapia lo escuchamos seguido: “siento que no puedo más”, “me gustaría que me ayude más”, “no sé cómo pedir apoyo”. Y por eso también es importante hablar del Día Mundial de los Padres como una invitación a mirar cómo nos estamos acompañando entre nosotros. Porque cuando hay equipo, hay más calma. Y los hijos lo sienten.
Lo pequeño es lo que queda
No necesitas grandes planes ni discursos perfectos. Lo que tus hijos van a recordar es:
- Esa vez que dejaste el celular y les miraste a los ojos mientras te hablaban.
- El abrazo antes de dormir.
- El “lo hiciste bien” después de un intento.
- O incluso el “sé que hoy fue difícil, pero aquí estoy”.
Y sí, también recordarán cuando te enojaste, cuando lloraste, cuando no supiste qué hacer. Y eso no está mal. Porque mostrarte humana también es enseñarles.

Lo celebremos sin filtros
El Día Mundial de los Padres es, quizás, solo una excusa. Pero qué bonita excusa para agradecer lo que sí estamos haciendo bien. Para decirnos, con cariño, que no necesitamos hacerlo perfecto. Que criar con amor, con errores incluidos, ya es valioso.
Desde el Centro Psicológico y Psiquiátrico Excelentemente, queremos decirte algo importante: no estás sola. Si sientes que la carga es mucha, si el cansancio emocional te está pasando factura, si necesitas un espacio para hablar sin miedo al juicio… estamos aquí para ti.